“Ser feliz no es
tener el cuerpo perfecto, es saber que
eres más que un buen cuerpo”
En la camilla de mi depiladora, mientras ella cobraba venganza sobe centímetros de vellos
indeseables, vinieron a mi mente todos esos momentos de tortura a los que me he
sometido para alcanzar una belleza medianamente aceptable para los demás, medianamente porque siempre verán ese “detallito” discordante, sobre todo
para mi consorte; desde evitar cierto tipo de comida hasta la malvada carboxiterapia, lo que me pareció
no un tratamiento de belleza sino una “belleza extremista”, así que pude hacer
un recuento mental de cuanto tratamiento me hago o nunca me haría por mucho que
lo quisiera, con o sin bisturí.
Somos mujeres sanguinarias dispuestas a TODO para sentirnos
hermosas (pues no nos creemos que ya lo somos), pero, hermosas para qué y para
quien?... Cuál es la belleza que estoy buscando, anhelando y persiguiendo?.
Aprendí con el paso de los años que a la única persona que debo agradar con mi físico y lo que soy es a MI MISMA,
pues en la medida yo me guste, ame, valore y acepte, seré apreciada, valorada, amada y aceptada
por los demás de la misma manera.
Claro, me encanta
lucir radiante y hermosa para que mi amore quede boquiabierto, y,
por qué
no? para ser el blanco de los
halagos de las chicas que admiran mi andar con tacones de 12cms, pues por más
que lo queramos dejar de hacer es inevitable, así que en eso me declaro
culpable; pero más allá de lo que dice un buen maquillaje y tacones matadores
que me hacen rodar de vez en cuando, la belleza que deseo es la del corazón,
pues, es la que finalmente se puede ver a través del maquillaje y un cuerpo
escultural.
Así que la actividad física, dieta, ropa, tacones de 12 cms o más,
melena de leona y una excelente postura sólo
pueden embellecerme como quiero si los acompaño con la hermosura de un
corazón pleno que coseche lo mejor de lo mejor sembrado en el; escuchamos casi
a diario que “la belleza interior es la que cuenta” que cliché.- nos decimos,
pero, aunque no lo creamos por el
bombardeo de los medios de comunicación, publicidad y el estándar social tan
exagerado, esto realmente es así, y es lo que debemos enseñar a las sanguinarias
mujeres del futuro: nuestras hijas!
Crecí sintiéndome horrorosa y no porque me lo dijeran
(aunque algunas fotos me lo gritan… touché)
y no muy tarde noté que la fealdad que sentía no era física sino del alma, no por ser
una mala persona sino por no cultivar en mi corazón todo lo hermoso sembrado
allí por EL CREADOR, entiéndase: DIOS; semillas maravillosas que yo me negaba a ver pero que
hoy día sé que están ahí por una razón.
Así que no me conformo con la “Belleza Xtremista” aunque la
siga practicando con menor intensidad, ahora también cultivo y cosecho todo lo bueno de mi corazón, guardándolo y
abriéndolo a quien lo merece, segura de que la belleza que encontré después de
años de búsqueda no es física sino integral “mente-alma-cuerpo”.
Y tú, cuál belleza buscas?