miércoles, 12 de febrero de 2014

Belleza Xtremista


“Ser feliz  no es tener el cuerpo  perfecto, es saber que eres más que un buen cuerpo”

En la camilla de mi depiladora, mientras ella  cobraba venganza sobe centímetros de vellos indeseables, vinieron a mi mente todos esos momentos de tortura a los que me he sometido para alcanzar una belleza medianamente aceptable para los demás, medianamente porque siempre verán ese “detallito” discordante, sobre todo para mi consorte; desde evitar cierto tipo de comida hasta la malvada carboxiterapia, lo que me pareció no un tratamiento de belleza sino una “belleza extremista”, así que pude hacer un recuento mental de cuanto tratamiento me hago o nunca me haría por mucho que lo quisiera, con o sin bisturí.

Somos mujeres sanguinarias dispuestas a TODO para sentirnos hermosas (pues no nos creemos que ya lo somos), pero, hermosas para qué y para quien?... Cuál es la belleza que estoy buscando, anhelando y persiguiendo?. Aprendí con el paso de los años que a la única persona que debo agradar  con mi físico y lo que soy es a MI MISMA, pues en la medida yo me guste, ame, valore y acepte, seré apreciada, valorada, amada y aceptada por los demás de la misma manera.

Claro, me encanta  lucir radiante y hermosa para que mi amore quede boquiabierto, y, por  qué  no? para ser el  blanco de los halagos de las chicas que admiran mi andar con tacones de 12cms, pues por más que lo queramos dejar de hacer es inevitable, así que en eso me declaro culpable; pero más allá de lo que dice un buen maquillaje y tacones matadores que me hacen rodar de vez en cuando, la belleza que deseo es la del corazón, pues, es la que finalmente se puede ver a través del maquillaje y un cuerpo escultural.

Así que la actividad física, dieta, ropa, tacones de 12 cms o más, melena de leona y una excelente postura sólo  pueden embellecerme como quiero si los acompaño con la hermosura de un corazón pleno que coseche lo mejor de lo mejor sembrado en el; escuchamos casi a diario que “la belleza interior es la que cuenta” que cliché.- nos decimos, pero, aunque  no lo creamos por el bombardeo de los medios de comunicación, publicidad y el estándar social tan exagerado, esto realmente es así, y es lo que debemos enseñar a las sanguinarias mujeres del futuro: nuestras hijas!

Crecí sintiéndome horrorosa y no porque me lo dijeran (aunque algunas fotos me lo gritan… touché) y no muy tarde noté que la fealdad que sentía no era física sino del alma, no por ser una mala persona sino por no cultivar en mi corazón todo lo hermoso sembrado allí por EL CREADOR, entiéndase: DIOS; semillas maravillosas que yo me negaba a ver pero que hoy día sé que están ahí por una razón.

Así que no me conformo con la “Belleza Xtremista” aunque la siga practicando con menor intensidad, ahora también cultivo y cosecho todo lo bueno de mi corazón, guardándolo y abriéndolo a quien lo merece, segura de que la belleza que encontré después de años de búsqueda no es física sino integral “mente-alma-cuerpo”.

Y tú, cuál belleza buscas?

martes, 11 de febrero de 2014

Somos lo que vemos?



NO SOLO SOMOS LO QUE VEMOS, SOMOS LO QUE NOS ENSEÑAN A SER

 


He escuchado desde hace un tiempo una campaña “DILE BASTA A LA VIOLENCIA, SOMOS LO QUE VEMOS", con la cual se asegura que somos violentos, o no, gracias a lo que vemos, en este caso, en la Televisión, la verdad casi suelto una carcajada y hasta miedo me dio porque si efectivamente soy lo que veo sería una asesina en serie, una mujer armada, una maquinadora de esas dementes, no puedo negar mi gusto por esos programas tan macabros, me encantan! pero ese es otro tema... Somos lo que vemos? Si y No, somos lo que vemos pero no en la TV, comerciales, revistas, películas... Somos lo que vemos de nuestros padres, abuelos, tíos, maestros, líderes, jefes, mucho se ha escrito del aprendizaje que logramos obtener a través del ejemplo de quien nos rodea y nos enseña que eso que está en la TV no está bien o no es real, tal y como hago cuando a mi nena le da por ver CSI! y no solo eso, aprendizaje de lo que quien nos rodea siembra en nuestro interior: Eres un inútil!.- Eres una princesa!.- Eres un loco.- Eres una rata que bueno!.- No sirves para nada!.- Te amo.- No te quiero ni ver...- Vamos construyendo en quienes nos rodean lo que serán a futuro, sobre todo en nuestros hijos, ellos dependen de nosotros, sus padres, para casi todo y lo que digamos de ellos y a ellos marcará positiva o negativamente su futuro.

No tengo los padres perfectos, nadie los tiene por cierto, pero ellos aunque yo no lo entendiera de adolescente me disciplinaron al punto de ser motivo de burlas de compañeros, las cuales supe convertir en chistes hasta el día de hoy, pero eso lo agradezco profundamente hoy día, no soy desequilibrada (hasta donde sé, eso lo dirá mi terapeuta), sin duda tengo un manojo incontable de defectos, pero esos valores sembrados por mis viejos cobran mucha vida y sentido hoy, puedo decir que hoy soy lo que ellos hicieron de mi (sin dejar a un lado, por supuesto, el Plan Divino para mi vida), aún ya mayor y afrontando una separación me dijeron: Si decides irte a la China con la nena y quien tú quieras a tu lado te vamos a apoyar!.- Que hermoso contar con ese par, con tan buenos maestros, buenos líderes y amigos que sembraron en mi corazón cosas positivas que hoy puedo cosechar aunque no las vean.

La violencia o la pacificación inician en el hogar, en la escuela, en la iglesia, pero sobre todo en el hogar con nuestros primeros años, ayer me encantó escuchar a una querida profesora en el colegio de la nena haciendo repetir a los pequeños la siguiente frase que parafraseo: NO VOY A JUGAR JUEGOS VIOLENTOS… WOW! Me hizo pensar en lo que siembro en ella con un grito “inofensivo” o cualquier acción disciplinadora; ella será una tirana o una mujer amorosa, una floja o mujer trabajadora, una corrupta o una mujer que respete las normas y mucho más según lo que yo pueda enseñarle y pueda ver en mí, además de las decisiones que ella tome a futuro con la base de valores que posea, pero a mí me compete sembrar el bien en ella HOY, la disciplina, el orden, respeto y todos esos valores que a veces dejamos de ladito por la prisa, la urgencia, la falta de respeto o interés, seamos cónsonos con lo que hablamos, hacemos y sobre todo exigimos.

Somos lo que vemos o lo que creemos ser? Para pensar…