El perdón es una decisión que nos beneficia a nosotras mismas más que a otros, nos libera de sentimientos destructivos y calma nuestra ira y mal humor.
¿Cómo reaccionas cada vez que te topas con esa persona que sientes te causó un daño imborrable? Tus latidos y pulsaciones aumentan al igual que tu sudoración, se va haciendo un remolino desde tu estómago hacia el cerebro y allí estalla una ira repulsiva casi incontrolable y calmarnos tomará más tiempo que el del estallido que sucede, y, ¿qué pasa con el malvado causante de nuestro mal humor? Sigue caminando, respirando y viviendo felizmente, así que el daño nos lo causamos hasta el punto de enfermar nuestro cuerpo y endurecer el corazón.
Perdonar no significa justificar comportamientos negativos o improcedentes, tampoco debe evitar que tomemos medidas sabias para impedir que estos comportamientos se repitan, sean ajenos o propios, porque también necesitamos perdonarnos a nosotras mismos para abandonar conductas destructivas y que impiden que vivamos a plenitud por sentirnos inmerecedoras de una vida plena y exitosa.
Por muy profunda que sea tu herida, la mejor opción para seguir adelante es el PERDÓN; deja de pensar en ese acontecimiento que marcó tu vida por culpa de alguien que te dañó o no tuvo la valentía de defenderte, decide perdonar y empieza a vivir desde otro punto de vista. Piensa en el amor y perdón Divino y que sea tu estandarte en el camino del perdón, aparta el orgullo que te impide corregir y mejorar, y se valiente para acercarte a quien te hizo daño para perdonarle o hazlo en tu intimidad y libera tu corazón para siempre #perdonar #calidaddevida
![]() |
Imagen tomada de @mujeres.avanzan |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tus comentarios son importantes, compártelos...