lunes, 22 de agosto de 2016

¡Soy INTROVERTIDA y me gusta!

A veces nos cuesta más de lo normal aceptar lo que somos, nos esforzamos demasiado en ser o hacer lo que otros esperan y terminamos agotados sintiendo que todo cuanto hacemos es en vano pues ese ideal trazado es inalcanzable.

Que diferente se siente aceptar lo que somos y procurar ser una mejor versión de nosotros mismos cuando hemos hecho un inventario de todo eso que llevamos a cuestas, lo positivo y lo mejorable; aceptarme no ha sido tarea fácil, iniciando por mi abundante cabellera que por años ha sido blanco de chistes sin sentido, hasta mi gusto inaceptable de observar en silencio lo que me rodea para hacer de cada situación una historia en mi cabeza, tardé en descubrir  que soy introvertida con una pequeña inclinación a la timidez, sin que lo uno estrictamente signifique lo otro, y es que leyendo e investigando (una de las cosas que amo en mí es la curiosidad) entendí que ser tímida no es consecuencia de ser introvertida, perdí la cuenta de las veces que en grupos grandes hacían chistes malos porque no hablo tan seguido como gustaría a mis compañeros de turno o porque no soy una máquina de chistes 24/7, realmente hablar es lo mío pero no siempre me siento a gusto con ello a menos que un tema me apasione, prefiero observar, disfrutar el entorno, escuchar y alejarme de los tumultos para, en mi adorada soledad, recargar energías, ese "hacer nada" se convirtió en mi recarga y salvavidas, así que llegado el fin de semana ya no me obligo a salir porque van a decir que soy aburrida, me tiene sin cuidado, simplemente acepto que no tengo que hacerlo si no lo deseo, de hecho, siendo ahora la 1:47am disfruto la soledad frente a este teclado y no hay nada más divertido que escribir sin un sólo ruido, en paz, imaginando mil historias de terror para escribir y haciendo un interrogatorio a todos mis sentidos imaginando sombras en la ventana, así soy.

Amo mi introversión, esa necesidad de quietud y soledad, esa recarga de positivismo cuando debo apartarme de un lugar repleto de personas porque mis oídos retumban de tal manera que pienso que van a sangrar; hoy día, no me verán muy seguido en conciertos o en lugares atiborrados de personas a menos que desee fervientemente hacerlo o sea estrictamente necesario, porque no puedo ni siquiera escucharme al hablar con música a full volumen así que llegado el caso, hago silencio y observo todo como calculando cada movimiento, y una vez aceptado mi gen solitario y respetando lo que me grita mi cerebro acelerado, me dejo llevar por el silencio y disfruto cada rincón de esta casa vacía.

Soy introvertida y me gusta serlo, no es mejor o peor que ser extrovertido, simplemente es ser diferente.   

1 comentario:

Tus comentarios son importantes, compártelos...