“Una mujer empoderada es aquella que ha realizado el proceso de conocerse, de romper sus barreras internas y de reconexión con en su verdadera esencia. Dando lugar este proceso a una mujer que se conoce, que vive desde su autenticidad, sin copiar los modelos de poder establecidos y que vive su feminidad sin estereotiparla. En definitiva, una Mujer Empoderada es aquella que accede a su poder basándose en su verdadera esencia”
Elvira Sánchez Muliterno
Es mucho lo que hoy día se habla con respecto al empoderamiento, sobre todo el de la mujer, y, como buen término desconocido hay un cierto recelo, sobre todo por lo sostenido en corrientes feministas extremas, pero el empoderamiento es un proceso que toda mujer debe vivir para conectarse con su esencia y reconocer cuándo están siendo vulnerados sus derechos, que por cierto históricamente ha sido en muchas, muchísimas oportunidades.
No pretendo iniciar un movimiento de liberación del yugo patriarcal, más bien quisiera iniciar una chispa dentro del corazón de cada mujer que me rodea para que tome el control de sus decisiones y circunstancias a sabiendas de lo especial y poderosa que es, que sin temor pueda alzar su voz con respeto para hacer valer sus derechos desde su hogar hasta en los más importantes gobiernos, que desde adentro sienta esa llama del amor propio y el valor que realmente tiene para que no vuelvan a abusar de ella o que la hagan callar solo por el hecho de ser mujer.
El Empoderamiento es también conciencia y control sobre los procesos y sistemas que inciden o pueden incidir en nuestra calidad de vida, es reconocer nuestras capacidades y debilidades, nuestros derechos y deberes para entonces hacerlos valer, una mujer empoderada podrá caminar por si sola para tomar las decisiones sobre su vida, podrá ser capaz de emprender y hacer que su voz sea escuchada, se dirigirá sin temor al ente gubernamental que defenderá legalmente sus derechos cuando es violentada, disciplinará a sus hijos sin violentarlos, accederá a los sistemas educativos, de salud y otros valiéndose de sus derechos, en fin, dejará de ser sumisa ("que se somete y se deja dominar por la fuerza de las circunstancias o por otras personas aceptando, sin cuestionarlos, su autoridad y su voluntad.") y se emancipará hasta de las cadenas que ella misma se ha colocado.
Como dije, se habla mucho y hay muchísimo que hablar de este tema, no es fácil empoderarnos mujeres, pero tampoco es imposible, lo primero que pienso debemos hacer es conocernos y creer en nuestras capacidades, apuntar siempre a la equidad y conocer nuestros derechos para hacerlos valer con autoridad.
No te conformes con lo que te dicen o lo que lees en artículos como este, investiga, nutre tu ser de conocimiento y empodérate a ti misma, nadie más podrá hacerlo y si se te hace muy cuesta arriba iniciar el proceso, busca ayuda y estoy segura que encontrarás quien te acompañe.
Si no has iniciado este proceso, te invito a hacerlo desde hoy, verás que el viaje será complicado pero su final placentero.
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